DIEZ MANERAS DE AMARNOS.

1- DEJEMOS DE CRITICARNOS.

Es quizás el punto más importante.

Si nos decimos a nosotr@s mism@s que, pase lo que pase, estamos bien y valemos, podemos cambiar con facilidad nuestra vida.

Si nos decimos que estamos mal, nos resulta enormemente difícil lograrlo.

Tod@s cambiamos. Cada día es un nuevo día y hacemos cosas diferentes a como las hicimos el día anterior.

Las personas que proceden de hogares problemáticos suelen tener un sentido de la responsabilidad exagerados y han adquirido la costumbre de juzgarse sin piedad.

El mensaje que recibieron cuando eran niños les hace pensar: “Seguro que algo no funciona bien en mí”.

Piensa por un momento en las palabras que empleas cuando te regañas.

Las más comunes son: estúpid@, chic@ mal@… ¿Son esas las mismas palabras que empleas para describirte?.

Tenemos una gran necesidad de fortalecer nuestra propia valía y mérito, cuando pensamos que no valemos lo suficiente encontramos siempre la manera de ser siempre desgraciados.

En cierta manera todos nos sentimos inseguros.

Aprendemos a no pretender que somos perfectos.

La necesidad de ser perfect@s sólo nos crea una enorme presión, y nos impide ver los aspectos de nuestra vida que necesitan curación.

En lugar de eso podríamos descubrir nuestras aptitudes creativas, nuestra individualidad.

Cada un@ de nosotr@s tiene un papel único que desempeñar en la tierra, papel que oscurecemos y criticamos.

2- DEJEMOS DE ASUSTARNOS.

Much@s de nosotr@s nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ello hacer las situaciones peores de lo que son.

Cogemos un pequeño problema y lo transformamos en un monstruo gigantesco.

Recuerda que los pensamientos de temor son afirmaciones negativas.

Si habitualmente repasas en tu mente situaciones o pensamientos negativos, busca la imagen de algo con lo que verdaderamente te gustaría reemplazarlas. Un hermoso paisaje, una puesta de sol… Utiliza esa imagen como un “interruptor” cada vez que te des cuenta de que tienes pensamientos de miedo. Di: “No voy a pensar en eso. Voy a pensar en la puesta de sol…” Finalmente superarás la costumbre, aunque es algo que requiere mucha práctica.

3- SEAMOS AMABLES, CARIÑOSOS Y PACIENTES CON NOSOTROS MISMOS.

La paciencia es una herramienta muy potente.

La mayoría sufrimos de la expectativa de la gratificación inmediata.

Queremos que todo suceda enseguida.

No tenemos paciencia para esperar nada.

La impaciencia es una resistencia a aprender.

Deseamos tener las respuestas sin aprender la lección o sin dar los pasos necesarios.

Piensa en tu mente como si fuera un jardín.

Un jardín es un trozo de tierra. Puede que él haya muchas zarzas de odio a uno mismo y piedras de desesperación, rabia y preocupación.

Una vez que hayas limpiado el terreno y abonado la tierra, siembra algunas semillas de alegría y prosperidad.

El sol brilla sobre tu jardín, y tu lo riegas, lo abonas y lo cuidas amorosamente.

Al principio no se ve que suceda gran cosa. Pero si tienes paciencia, las plantas crecerán.

Lo mismo sucede con tu mente: tu seleccionas los pensamientos que vas cuidar, y si tienes paciencia, verás como crecen y contribuyen a crear el jardín de experiencias que deseas.

Todos cometemos errores.

Es normal equivocarse cuando se está aprendiendo.

Son muchas las personas que padecen perfeccionismo.

No se dan ni una sola oportunidad de aprender lago nuevo porque si no lo hacen a la perfección en los primeros tres minutos ya suponen que no sirven.

No vamos a amarnos a nosotros mismos en un solo día, pero podemos amarnos un poco más cada día.

Así pues, las equivocaciones son nuestros peldaños. Son muy valiosas porque son nuestras maestras.

NO te castigues por cometer un error.

Nos preguntamos por qué aún nos siguen reapareciendo problemas.

Es necesario que continuemos reforzando lo que sabemos.

Cuando estamos aprendiendo algo nuevo tenemos que ser dulces y cariños@s con nosotr@s mism@s.

Cuando aparezca una mala hierba negativa, arrancarla cuanto antes.

4- APRENDAMOS A SER CARIÑOS@S CON NUESTRA MENTE.

No nos odiemos por tener pensamientos negativos.

Podemos considerar que esos pensamientos nos “construyen”, y no que nos “derriban”.

No tenemos por qué culparnos por tener experiencias negativas.

Podemos aprender de ellas.

Ser cariños@s con nosotr@s mism@s quiere decir dejar de culparnos, dejar de sentirnos culpables, acabar con todo castigo y con todo dolor.

La relajación es absolutamente esencial para comunicarnos con el Poder Interior, porque si uno está tenso y asustado corta, obstruyen su energía.

En cualquier momento puedes cerrar los ojos, hacer unas cuantas respiraciones profundas y liberar cualquier tensión que lleves contigo.

Al espirar céntrate y di en silencio: “Te quiero. Todo está bien”.

Meditación diaria.

También recomiendo acallar la mente y escuchar la propia sabiduría interior.

Nuestra sociedad ha hecho de la meditación algo misterioso y difícil: no obstante es uno de los procesos más antiguos y sencillos que existen: Lo único que tenemos que hacer es relajarnos y repetir en silencio palabras tales como “Amor”, “paz”, “me amo”, “me perdono”, “Om…”

Si logramos llegar a ese estado en que podamos observar como pasan nuestros pensamientos y no darles importancia, comenzaremos a utilizar con sabiduría nuestro inmenso poder.

Se puede meditar en cualquier sitio y convertir la meditación en un hábito.

Considéralo como una manera de concentrarte en tu Poder Superior, de comunicarse contigo mismo y con tu sabiduría interior.

Visualizar resultados optimistas. Es muy importante.

Mediante la visualización creas imágenes nítidas y positivas que refuerzan tus afirmaciones. Tener en cuanta respecto a las visualizaciones que deben ser compatibles con el tipo de persona que eres. De lo contrario, no funcionarán.

Necesitamos hacer visualizaciones que no nos disgusten ni resulten repugnantes para nuestro subconsciente. Si tenemos familiares o amigos enfermos visualicémoslos sanos y bien. Enviémosles buenas vibraciones.

5- ELOGIEMONOS.

La crítica deprime al espíritu: el elogio la levanta. Reconoce tu Poder, reconoce a tu yo Dios.

Cuando te desprecias, desprecias el Poder que te ha creado.

Empieza por cosas pequeñas. Dite a ti mism@ que eres una persona maravillosa.

Si lo hace una vez y dejas de hacerlo, no funciona. Continúa, aunque sea un minuto cada vez.

Permítete aceptar lo bueno tanto si crees que te lo mereces como si no.

La creencia de que no somos merecedores es nuestra resistencia a aceptar el bien en nuestra vida. Eso es lo que nos impide tener lo que deseamos.   

6- AMARNOS SIGNIFICA APOYARNOS.

Acude a tus amigos y permíteles que te echen una mano. Es una muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se la necesita.

Son demasiadas las personas que han aprendido a ser autosuficientes. No pueden pedir ayuda porque su ego se lo prohíbe.

En lugar de intentar hacerlo todo solo y enfadarte porque no lo consigues, la próxima vez pide ayuda.

7- AMEMOS NUESTROS RASGOS NEGATIVOS.

Todos ellos forman parte de nuestra creación, del mismo modo que todos formamos parte de la creación de Dios.

Esta inteligencia sobre que hacemos lo mejor que sabemos y nos ama porque todos somos sus creaciones; de igual modo podemos amarnos nosotros.

Tod@s hemos hecho elecciones negativas, y si continuamos castigándonos por ellas, se convierten en pautas habituales.

Si te pasas la vida diciendo: “Odio mi trabajo, odio mi casa…” muy pocas cosas buenas podrán entrar en tu vida.

La situación negativa en que te encuentras, está ahí por algún motivo.

Hay personas enfermas de cáncer o de otras enfermedades graves a quienes les ha resultado tan difícil decir “no” a alguna figura de autoridad en su vida, que inconscientemente han ido creando la enfermedad para que diga “no” en su lugar.

Sean cuales fueren nuestras pautas negativas, podemos aprender a satisfacer esas necesidades de forma más positiva.

Es importante hacerse la pregunta: ”¿Qué beneficio saco de esta experiencia? ¿Qué hay de positivo en ella?” No suele gustar responder a esa pregunta.

Tal vez tu respuesta sería: “es la única manera que tengo de conseguir una amorosa atención de mi pareja”. Una vez que lo has comprendido, puedes comenzar a buscar formas más positivas de conseguirla.

El humor es otro potente instrumento, nos ayuda a liberarnos y a aligerarnos durante las experiencias tensas y agotadoras. La risa en muy curativa.

8- CUIDEMOS NUESTRO CUERPO.

Considera tu cuerpo como una maravillosa casa, vigila lo que metes dentro de tu cuerpo.

No he conocido nunca a una persona adicta a alguna droga que se ame a sí misma.

Usamos las drogas para escapar de la sensación de no valer nada, residuo de nuestra infancia, pero cuando el efecto se acaba n os sentimos peor que antes. Por lo general nos invade la culpa. 

Otra forma de ocultar nuestro amor por nosotros mismos es atiborrarnos de comida. Es posible que conozcamos bien los elementos de una buena nutrición, pero aun así utilizamos los alimentos para castigarnos y crearnos obesidad.

Tomar  conciencia de lo que metemos en nuestra boca y de cómo nos hace sentir es un acto de amor hacia nosotros mismos.
Si quieres hacer cambios, es necesario que te perdones y dejes de introducir rabia y rencor en el cuerpo.

La combinación de las afirmaciones con el ejercicio físico es una buena manera de reprogramar los conceptos negativos respecto al propio cuerpo.

9- TRABAJEMOS CON EL ESPEJO.

Insisto en la importancia del trabajo con el espejo para descubrir la causa de un problema que nos impide amarnos.

A mí me gusta mirarme al espejo tan pronto como me levanto y me digo: “Te amo, ¿Qué puedo hacer por ti hoy?, ¿Cómo puedo hacerte feliz?” Escucha tu voz interior y actúa en consecuencia.

Si durante el día te sucede algo desagradable, ve al espejo y di:” Te amo de todas maneras”.

Los acontecimientos vienen y van, pero el amor que sientes por ti permanece, y es la cualidad más importante que posees. Si te sucede algo fantástico, ve al espejo y di: “Gracias”.

También puedes perdonar frente al espejo. Perdónate y perdona a los demás.

Puedes hablar con otras personas mirándote al espejo, sobre todo si temes hablar con ellas de determinadas cosas.

Puedes decirle todas las cosas que no te atreves a decirle en persona; y acuérdate de finalizar la conversación pidiéndoles su amor y su aprobación ya que eso es lo que verdaderamente necesitas.

Las personas que tienen problemas para amarse a sí mismas son casi siempre aquellas que no están dispuestas a perdonar, porque no perdonar cierra la puerta al amor.

Cuando no queremos perdonar, cuando no queremos liberar y olvidar, lo que hacemos es atarnos al pasado, si estamos atados al pasado no podemos vivir en el presente, y si no vivimos en le presente; ¿Cómo podemos crearnos un glorioso futuro? La vieja basura del pasado solo crea más basura para el futuro. 

Las afirmaciones realizadas frente al espejo tienen una ventaja: aprendemos la verdad de nuestra existencia.

Si haces una afirmación e inmediatamente recibes una respuesta negativa como “¿A quién quieres engañar?, Eso no es cierto, Tu no te mereces eso…” acabas de recibir un regalo que puedes utilizar.

No podrás hacer los cambios que deseas hasta que estés dispuesto a ver qué es lo que te lo impide.

La respuesta negativa que acabas de descubrir es como un regalo, se convierte en la llave para la libertad. Transforma esa respuesta negativa en una afirmación positiva como: “Ahora merezco todo lo bueno. Permito que mi vida se llene de buenas experiencias…”

Repite la nueva afirmación hasta que realmente se incorpore a tu vida.

10-AMEMONOS YA, AHORA MISMO.

No esperes a haber arreglado las cosas para amarte. La insatisfacción contigo mismo es una pauta habitual. Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte ahora, serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga.

Una vez que aprendas a amarte a ti mismo, comenzaras a amar a los demás.

No podemos cambiar a otras personas, de modo que dejémoslas en paz.

Uno no puede aprender en lugar de otra persona. Lo único que podemos hacer es aprender en nuestro propio nombre, y amarnos es el primer paso, con el fin de que el comportamiento destructivo de otra persona no nos destruya. 

La forma más rápida de cambiar cualquier problema es amarnos tal como somos. Es asombroso la forma como las vibraciones que emitimos atraen hacia nosotros a personas que nos aman.

El objetivo, que en mi opinión, hemos venido a conseguir aquí es el amor incondicional, y para lograrlo debemos empezar por amarnos y aceptarnos a nosotros mismos.

No estamos aquí para contentar a otras personas o para vivir según sus directrices.

Hemos venido a realizarnos a nosotros mismos y a expresar el amor en su sentido más profundo.

Tú estás aquí para aprender y crecer, y para asimilar y proyectar compasión y comprensión.