Si buscamos en la RAE el significado de REIKI, nos dice: Método curativo de origen japonés que se basa en la creencia de una energía universal que el terapeuta transmite con las manos al cuerpo del paciente para paliar o curar dolencias y enfermedades.

Pero Reiki es mucho más. Reiki además de ser una terapia, reconocida por la OMS como terapia alternativa, es un completísimo sistema de crecimiento personal, basado en prácticas japonesas ancestrales como la meditación y la recitación de mantras o kotodamas, la observancia de una filosofía personal de vida siguiendo sus principios. Además de las conocidas técnicas de masaje y sanación, las cuales constituyen solo un 20% del contenido del método Reiki.  Es una filosofía de vida que con solo aplicar sus principios o Gokais, ya tu vida cambia por completo.

Así me paso a mí. Fue un encuentro conmigo, con mi equilibrio, con mi paz. Esa paz que todos buscamos y necesitamos en un mundo donde nos empujan a ser el mejor, a llegar el primero, a hacer constantemente cosas porque si no es así no eres productivo, a no mirarnos. Nos enseñan a mirar fuera, nos enseñan a competir, a pensar que necesitamos esto, lo otro, que cuando lo tengamos seremos felices y corremos tras la ansiada felicidad, como un conejo tras una zanahoria, sin darnos cuenta que es mucho más simple que todo eso, que la felicidad, la paz está en nuestro interior y que es ahí donde debemos buscarla.

Para los japoneses no hay conflictos al respecto de lo que es Reiki. Somos nosotros, los occidentales, los que necesitamos buscarle un significado a la palabra en cuestión y explicación al funcionamiento.

Te invito a que pruebes una sesión a que sientas como tu cuerpo se reequilibra en armonía perfecta, como sientes esa ansiada paz y tranquilidad que todos buscamos.

Quiero que por un momento pienses que te duele muchísimo una muela, no puedes parar de dolor. Buscas un calmante en casa, el número del dentista para que te de una cita urgente… Imagínatelo y quiero que lo sientas y que piense que estás haciendo mientras buscas la pastilla, mientras llamas al dentista ¿dónde están tus manos? Efectivamente cuando nos duele algo instintivamente, de forma innata, nos llevamos las manos al sitio del dolor para calmarlo, para aliviarnos.

Pero aun tu mente analítica puede preguntarte si nosotros podemos dirigir la energía, llevarla donde queremos con el fin de equilibrar la nuestra. Porque ya sabemos que todo es energía, que somos energía. Si te estás haciendo esta pregunta te diré que hay un experimento de física cuántica que te invito a ver y que reflexiones sobre él ya que demuestra que cuando se mide el comportamiento de una partícula por medio de la observación, se está influyendo sobre su estado natural. Es decir, se comporta como esperamos que lo haga. Os invito a ver el experimento en este vídeo.